Las puertas pueden ser tremendamente hermosas, cálidas y señoriales
¿Por qué una puerta de madera?
Una vez decidido que vamos a colocar un portón o una puerta de madera en casa, o en el garaje, o en la entrada de un jardín, solo hemos de decidir en qué tipo de madera, con qué diseño o qué mantenimiento le habremos de aplicar.
La respuesta es muy simple. Seguramente las puertas de madera como entrada a una vivienda son el elemento más elegante que exista. Y no solo por la propia belleza que puede tener una puerta de madera bien labrada y trabajada, sino por el enorme peso histórico que atesora ese material. Sí. Haced memoria de los grandes palacios, castillos o iglesias repletos de arte y de historia que habéis visitado. Seguro que en muchos de esos casos el acceso era atravesando algún portón de madera, que en sí mismo en ocasiones hasta llega a ser una obra de arte más.
Pues bien, una idea semejante estamos transmitiendo con una buena puerta de madera para entrar a nuestra casa.
No obstante, no todo son grandes portones tallados con filigranas y con evocaciones heráldicas como las que podemos ver en los monumentos que hemos mencionado.
La verdad es que para las puertas de viviendas hay cabida de muchos estilos. Desde luego son numerosos los ejemplos de puertas labradas con motivos florales de aires muy rústicos. Sin embargo, hoy en día también hay otras muchas líneas de diseño. Desde las formas más minimalistas gobernadas por la absoluta sencillez en las que una puerta es una superficie vertical, protectora y sin ningún tipo de adorno, ni siquiera una arista. Hasta otras propuestas igualmente contemporáneas, en las que los carpinteros del siglo XXI juegan con los diseños geométricos y los colores alejados de los tonos naturales de la madera.
Ventajas de una puerta de madera
Son varias las razones que invitan a instalar una puerta de madera en el exterior de nuestra vivienda. Sin duda, hay una que se nos ocurre a todos en primer lugar: la belleza que pueden llegar a tener este tipo de elementos, que además de hermosos, sobre todo suponen una acogida cálida para todo aquel que venga a casa.
Pero además dependiendo del tipo de fachada de nuestra casa puede parecer obvio que solo tiene sentido una puerta de madera. Por ejemplo, para aquellas puertas que dan paso a una propiedad en la que hay que atravesar previamente un jardín.
No obstante, esa buena acogida para el que llega no está reñida con la intimidad de quién está dentro. De hecho, lo habitual en este tipo de puertas, a diferencia de otros materiales, es que sean bloques macizos, por lo que no queda expuesto a la vista de nadie lo que estás haciendo en casa.
Fuente: homify.es